Cuando termina la vendimia y los viñedos se quedan en silencio, nuestras ovejas toman el relevo.

Un rebaño de 1.500 ovejas recorre los campos, alimentándose de las cubiertas vegetales que cuidamos durante todo el año. 

Este pastoreo invernal es mucho más que una tradición: es una práctica regenerativa que mejora la salud del suelo y devuelve vida a cada rincón del viñedo.

 
Así, mientras el invierno descansa, la tierra se fortalece y se prepara para renacer en primavera.

Compartimos un video de nuestro Gerente Agrícola, Miguel Mujica, sobre esta práctica de regeneración de suelos.


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